LA IMPORTANCIA DE EXPERIMENTAR Y EL PRODUCTO MÍNIMO VIABLE (MVP)

  “La única manera de aprender a dar la vuelta a las cosas es…. dándoles la vuelta”

JULIA CHILD, chef de fama mundial, después de que le cayera una tortilla de patatas al suelo durante su programa de televisión.

La experimentación constante es la única manera de descubrir de forma práctica qué produce el resultado deseado. A menudo la mejor o la única manera de aprender es lanzándose a la piscina a probar suerte. Y es que…. ¡se aprende mucho de los errores! Mientras nuestros errores no resulten fatales, prestar atención a lo que no funciona nos proporciona una información muy útil para descubrir lo que sí funciona.

Experimentar es una actividad natural en el ser humano, omnipresente cuando somos niños y olvidada muchas veces según nos hacemos mayores. Podríamos decir que, de alguna manera, la experiencia mata a la experimentación….

¡Que comience el Reto de la torre de Espaguetis!

“Un prototipo vale más que mil reuniones”

MIKE DAVIDSON, Director de Diseño de Producto en Twitter.

Una de las actividades más representativas de los últimos tiempos en torno a la importancia de la experimentación es el llamado “Reto de la Torre de Espaguetis” (o ‘”Reto del Marshmallow – Marshmallow Challenge). En esta actividad en grupo, niños, estudiantes de escuelas de negocio (MBA), abogados y otros perfiles de profesionales son retados a construir la torre de espaguetis más alta posible con los siguientes elementos:

  • 20 sticks de espaguetis, un trozo de cinta, otro de cuerda y un marshmallow (una nube de azúcar, que debe ser colocada en lo alto de la torre).
  • Tiempo para realizarlo: 18 minutos.

¿Sabéis cuál es el grupo que siempre gana a abogados y estudiantes de MBA?

Sí amigos, efectivamente, los niños, solo superados por el grupo de arquitectos…

Los estudiantes de las escuelas de negocio (MBA) se desempeñan peor que los niños en este reto, ya que están formados para analizar un problema, diseñar un plan, construir en torno a ese plan y luego evaluar los resultados; y además… tienen miedo al fracaso. Sin embargo, los niños no tienen este miedo, el que la torre se caiga una y otra vez es algo natural, forma parte de la diversión, de la experimentación…por lo que prueban y ensayan diferentes formas desde el principio del reto. Pasan constantemente por un proceso de ensayo y error colocando la nube de azúcar continuamente a lo largo de los 18 minutos y viendo qué pasa, es decir, hacen prototipos. Esto significa que en vez de hacer un plan que puede salir bien o mal, ellos intentan muchas estructuras distintas y van aprendiendo rápidamente qué funciona y qué no.

El concepto de Producto Viable Mínimo (Minimum Viable Product – MVP)

Muchas empresas ahora conocidas y con productos que usamos a diario comenzaron su andadura aplicando el mismo principio fundamental que el usado por los niños del reto del Marshamallow: prototipar.

Aunque existía con anterioridad, ha sido Eric Ries con su conocido libro “The Lean Start-Up” el que ha popularizado, en torno a la idea de prototipado, el concepto de Producto Viable Mínimo (conocido por sus siglas en inglés como MVP – Minimum Viable Product).

Un MVP es “la versión de un nuevo producto que permite a un equipo recoger con el mínimo esfuerzo la máxima cantidad de conocimiento validado acerca de los consumidores”. Es decir, el MVP es una herramienta de aprendizaje y de reducción de riesgos. El objetivo último es evaluar las hipótesis fundamentales de un negocio y ayudar al emprendedor a comenzar el proceso de aprendizaje lo antes posible.

La idea clave al crear un MVP es centrarse en la esencia, en el “core” del producto. Evitaremos por tanto dotarlo desde el principio de funcionalidades y características que no sean realmente esenciales, reduciendo así el tiempo de desarrollo e inversión necesarias en pro de lograr tener un producto viable mínimo con el que podamos preguntar al mercado rápidamente e ir mejorándolo iterativamente en base al feedback recibido por nuestros usuarios finales.

PRODUCTO VIABLE MÍNIMO -MVP-

Veamos, para finalizar, tres ejemplos muy representativos de empresas que usaron el concepto MVP desde el principio para validar la hipótesis principal y única de cualquier proyecto: ¿querrán los potenciales usuarios usar mi producto y pagar por él?:

Airbnb

En 2007 los fundadores de Airbnb, Brian Chesky and Joe Gebbia apenas podían pagar la mensualidad del alquiler de su apartamento. Aprovecharon la celebración de una feria internacional de diseño en su ciudad para crear un negocio muy sencillo: poner a disposición de esos asistentes las habitaciones que tenían libres. Hicieron fotos del apartamento, las subieron a una web muy sencilla y a las pocas horas tenían ya 3 personas que habían pagado por alojarse en su casa hasta la terminación de la feria. Este MVP confirmó a Brian y Joe su hipótesis de que había gente dispuesta a pagar por la experiencia de alojarse unos días en la vivienda particular de desconocidos, antes que en hoteles…

Apple

Steve Jobs y su equipo crearon la primera versión de iPhone siguiendo el concepto MVP. La esencia del iPhone 1 se basaba en un producto que aunase: reproductor de música, teléfono y navegador de internet, y todo ello en un solo dispositivo sin teclado físico. Nada menos que eso, pero tampoco nada más: esta versión 1 del iPhone tenía un número limitado de Apps (no existía App Store todavía), no podía copiar-pegar-cortar textos o imágenes, no tenía notificaciones, etc…

La propuesta de Apple fue lo suficientemente atractiva para un grupo significativo de Early Adopters (Ver ciclo de vida de la adopción tecnológica – WikiPedia) que de forma entusiasta empezaron a utilizar el dispositivo y a proveer un valioso feedback para futuras mejoras y versiones del mismo.

Video presentación Steve Jobs iPhone 1 (2008): Ver en Youtube.

Airbnb

En los comienzos de Dropbox, mucho antes de dotar a sus servidores de características actuales como la sincronización LAN a máxima velocidad, la optimización y mejora de la ratio de compresión de los ficheros almacenados o la recuperación de ficheros borrados hasta 30 días después…. Se centraron en lo esencial:

  1. Definieron la esencia de Dropbox: “Dropbox es un servicio que permite sincronizar y disponer automáticamente de tus datos en cualquier dispositivo.”

  2. Crearon, con un presupuesto muy limitado, un video de demostración (ver en Youtube): que fue compartido primero entre sus contactos, y luego entre los contactos de sus contactos. En él se describía la funcionalidad esencial de Dropbox y se ofrecía el registro gratuito para disfrutar de esta “caja mágica”. Con este video de 3 minutos de bajo presupuesto, pero centrado en lo esencial, Dropbox consiguió pasar de 5.000 usuarios registrados a 75.000 en unos pocos días… y todavía no habían lanzado su beta… (lo harían a las pocas semanas, y con una base de 75.000 usuarios expectantes).

Referencias adicionales:

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